Referentes de ambas marcas consideran
que antes de implementar un nuevo motor, o una unidad de potencia distinta, se podrían
realizar cambios que den más potencia y sonido sin abandonar la arquitectura de
los motores actuales.
Ya conocíamos la decisión de
ambos fabricantes junto con Ferrari de mantener el mismo motor pero eliminando
el MGU-H, que es el sistema más conflictivo que tienen estas nuevas unidades de
potencia. Pero no habíamos escuchados sus opiniones.
Por el lado de Renault, su
director de operaciones Remi Taffin, explica que si se quiere un motor más económico
no es necesario introducir un alternativo: “Lo más barato es mantener la arquitectura actual lo máximo posible. Con 1.000 CV no
estamos hablando de motores sencillos. Pero si aumentamos el caudal de
combustible y el límite de revoluciones, podríamos conseguir llegar a los 1.000 CV",
aseguraba para Auto Motor und Sport.
Por su parte, el jefe de
motores de Mercedes, Andy Cowell, asegura que la idea más económica es mantener
los motores actuales porque simplemente todo motor nuevo devora dinero. “Para
ahorrar dinero, hay que basar el nuevo motor en el de 1,6 litros V6 turbo. Cada
nuevo diseño devora dinero, no importa cómo de simple sea el
nuevo concepto de motor. Si continuamos con la normativa actual, las
diferencias entre motores serán de tres décimas en 2018. Cada vez que se introduce un nuevo concepto
hay alguien que llega con una idea mejor. Y eso provoca
diferencias de segundos en vez de décimas", concluyó Cowell.
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