16 de diciembre de 2006

Una boda en apuros



Última jornada de ensayos en Jerez de la Frontera
Después de tantas idas y vueltas, la novela tuvo su final feliz. Fue así, de incógnito, sin mucha ceremonia. El novio llegó con buzo y casco blanco. Y ella sin su vestido que la caracteriza. Pero fue boda al fin y cuando el cura-mecánico los autorizó a darse el beso de la unión, Fernando Alonso apretó el acelerador y desapareció de los boxes para amarse por primera vez con su Mclaren en Familia.
No estaba en los planes que Jerez de la frontera fuera el escenario ideal para hacerlo, ya que los confites estaban preparados para mediados de enero luego que Don Flavio dijera: “No hasta el último día de diciembre es nuestro”.
Pero el viejo italiano finalmente se ablandó y tanto Ron Dennis como el asturiano aprovecharon al límite la posibilidad de ahorrarse el año que viene una adaptación tardía a los nuevos neumáticos.
El actual bicampeón del mundo se puso al mando del Mclaren MP4-21 pilotado hasta ayer por el también español Pedro de la Rosa. No fue posible conocer los registros del asturiano con la flecha de plata puesto que el monoplaza no llevaba el transponder que refleja el cronometraje a su paso por la recta principal. Pero lo importante para la escudería y para el ovetense es que se hayan aclimatado al comienzo de podría decirse: ¿una larga relación?
Respecto a los tiempos registrados al final del día, otro piloto Mclaren dio la nota, pero eso será cuestión de analizarlo más adelante.

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