23 de mayo de 2008

Berger puso la cara por Mosley

El ex piloto de Fórmula 1 y actual copropietario de Toro Rosso fue una de las pocas figuras del deporte que recibió cálidamente al presidente de la FIA.
Tras divulgarse su escándalo sexual, por aquella orgía que realizó junto a cinco prostitutas vestidas con uniformes nazis, la mayoría de los popes que hacen al circo de la F1 comenzaron a voltearle la cara al sexagenario británico. Pero no ha sido el caso del austriaco Gerhard Berger.
Conscientes los medios de la presencia de Max Mosley en Montecarlo, se le preguntó a Berger durante la conferencia de prensa de ayer -de la que también participaron los jefes de Ferrari, Williams y Red Bull-, como consideraba el caso del mandatario inglés. A lo que el ex piloto opinó:
"Creo que es un asunto totalmente privado. Es algo que sucedió entre adultos, que no contravino la ley y he de reconocer que me ha sorprendido ver la cantidad de santos que hay alrededor de la Fórmula Uno. De repente todo el mundo parece ser muy escrupuloso y santo."
"Me parece que vincular lo ocurrido con el trabajo de Max Mosley al frente de la FIA no me parece correcto. Llevo mucho tiempo en la Fórmula Uno y creo que hay muy pocas personas que hayan trabajado tanto par mejorar la seguridad de este deporte que Max."
"Sólo quiero decir una cosa más: nuestro deporte necesita a una persona fuerte, competitivo, que entienda de este negocio, y eso lo tenemos asegurado en la persona de Max, y espero que siga siendo así en el futuro. No quiero decir nada más."

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