25 de marzo de 2010

Un paseo al Parque Alberto


Del calor del desierto al calor de Australia. Es el único punto en común que tienen el circuito de Shakir y el circuito de Melbourne. El resto es todo diferente, por suerte quedan atrás las curvas de 90 grados para darle lugar a las curvas rápidas, a los virajes veloces. Tiene su parte negativa: y es que el trazado forma parte de la misma calle por la que transitan los ciudadanos australianos. Lo que significa que la pista esté muy sucia al comienzo del fin de semana, el viernes, hasta que el agarre mejore.

En cuanto a la fisonomía de Albert Park, este dibujo de 5.303 de longitud está caracterizado por curvas de mediana velocidad, con algunas chicanas rápidas, por ser muy duro con los frenos y por no discriminar las fallas.

La pista requiere una alta carga aerodinámica y neumáticos blandos para ayudar el agarre que es muy bajo en la primera tanda del viernes. Por lo que el subviraje puede ser un problema, ya que los neumáticos delanteros muestran problemas de desmoronamiento.

Pero ¿cómo es una vuelta en Albert Park? Al abrir el giro, por el paso de recta, se acelera hasta llegar a una máxima de 310 km/h, luego se pisa el freno para entrar a la primera curva en 3ª velocidad a la derecha a unos 135 km/h. Posteriormente, la segunda curva se hace a izquierdas casi en forma de chicane a 200 km/h en 4ª velocidad. Y en la corta recta que le sigue, se continúa acelerando hasta 300 km/h, subiendo las velocidades antes de reducir hasta 80 km/h, para la tercera curva que se hace a derechas a 2ª velocidad.

Ésta es seguida casi inmediatamente por otro viraje a la izquierda que se hace a unos 145 km/h en 3ª velocidad, sin posibilidad de descansar, acelerando a fondo hasta llegar a otra larga curva a la derecha de cuarta, a 215 km/h de velocidad.

Hecha esta trazada, lo que sigue es una recta relativamente corta donde se llega a 280 km/h antes de encarar una curva de 2ª velocidad a 130 km/h. Entonces sí, una nueva curva de larga velocidad hacia la derecha somete el cuerpo del piloto a las máximas fuerzas centrífugas con velocidad de quinta, a 265 km/h. Hasta que se alcanza los 285 km/h antes de frenar muy duro y bajar apenas a más de 100 km/h para la próxima curva de 2ª velocidad a la derecha.

Terminada esta sección, llega una larga curva a la izquierda que requiere de alta concentración, donde se necesita ser muy cuidadoso ya que se entra aproximadamente a 180 km/h en 3ª velocidad y se acelera todo el camino hasta cerca de 300km/h. Camino que deriva en una rápida y muy difícil chicana de 4ª velocidad que se toma primero a izquierda y luego a derecha a 210 km/h, antes de subir nuevamente a 300. Nuevamente el freno y una próxima curva a la derecha de segunda, para hacer otro más en el mismo sentido, afrontando la próxima y apretada curva a izquierdas, a 245 km/h antes de bajar a segunda para encarar la última curva a 150 km/h. Acaso la curva más crucial de todas, la cual de hacerla bien, se logrará una buena velocidad para comenzar con buen pie la siguiente vuelta. Y así las 57 vueltas restantes hasta completar los 307,574 kilómetros de recorrido.

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