12 de noviembre de 2015

La FIA quiere instalar un motor más barato, pero ya es tarde

Durante el transcurso de la semana el presidente de la FIA, Jean Todt,  reconoció que al poner en vigencia la introducción de los nuevos motores V6 híbridos cometieron el error de no fijarles a los fabricantes un límite de costo para su venta.

Hoy esas unidades de potencia ofrecidas por Mercedes, Ferrari y Renault cuestan 30 millones de euros para quien las quiera y cuando uno escucha a Toto Wolff en representación de los motoristas decir que "Nuestros clientes esperan tener motores lo más competitivos posible, y eso a nosotros nos cuesta dinero y esfuerzo. Nadie se ha interesado por cómo nos recuperamos de ese gasto o ver la forma de ayudarnos”, desaparecen los ánimos de apuntarlos como los culpables de esta crisis económica que afrontan los equipos privados.

“Creo que es legítimo que la FIA intente convencernos de reducir el precio, porque eso es bueno para que los equipos pequeños ajusten bien sus presupuestos. Pero del lado de los fabricantes de motores hemos cumplido con las nuevas reglas, hemos desarrollado los nuevos motores porque habíamos llegado a un acuerdo en el que también estaban en juego nuestros ingresos. Nosotros hemos perdido dinero en ese acuerdo. Y la cuestión es: ¿Cuánto más perderemos si seguimos subvencionando motores?”, puntualizaba, ante la presión de Todt que ahora quiere meter en carrera un fabricante independiente que sea capaz de ofrecer un motor competitivo que no cueste más que once millones de euros.

Pero lejos de aceptar este número, el de Mercedes si dejo en claro que por el beneficio de la Fórmula 1 deben tener una conversación.  “Nos esforzamos para obtener algo a cambio, no puedes esperar que nadie sea caritativo con su trabajo. Pero aun así creo que podemos llegar a algún acuerdo, aunque sea por el deporte”, sentenciaba.

La lectura de todo esto es que Todt está empezando a reconocer que el error más importante que cometió no fue el no marcarles un limite en el precio, sino darle el poder y la libertad para que hicieran lo que quisieran. Y hoy lo que reclaman los motoristas es justo. Como bien lo ejemplificó Maurizio Arrivabene durante la conferencia de prensa del viernes previo al GP de Estados Unidos cuando explicó los motivos del veto de Ferrari al deseo de bajar los precios.

"Ejercitamos nuestro derecho de veto por el cumplimiento de nuestro derecho comercial legítimo para hacer negocios como fabricante de motores ¿Por qué tenemos que justificarlo más que eso? Si alguien te pide que hagas una manzana con una cierta especificación y lo haces pero luego te quieren imponer el precio de esa manzana, ¿qué harías?".

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