15 de noviembre de 2015

Hamilton, un mal perdedor.


Discúlpenme, pero me voy a salir de la faceta de periodista, aunque voy a tratar de ser lo más profesional y medido posible.

Este muchacho me canso, me harto, me saturo. Cuesta describir la sensación que me genera, pero se lo resumo en algo así como que al verlo me repugna. No concibo, por más que sea extraordinariamente rápido, un competidor que sea mal perdedor.

Detesto sus actitudes, las deteste todo el año y las voy a seguir detestando. El tipo gana y todos los flashes tienen que estar apuntándolo, vanagloriándolo, los micrófonos volcarse todos sobre su persona, para decir lo hábil que fue, lo rápido, lo astuto, lo despierto, y bla bla bla.

Pero cuando el muchacho pierde, no sale para posar para la foto, se pone lentes oscuros, se hace el desentendido de todo y arruina toda foto con sus gestos adustos. Sin tener en cuenta que a la hora de declarar, no pierde él, pierde por culpa del equipo, porque lo ayudan a Nico, o porque no lo dejan hacer su estrategia, siendo que el equipo en estas dos temporadas le ha brindado una sobreprotección que le ha permitido encarar con confianza la obtención de sus dos títulos y no lo digo yo… lo dijo Button, que lo conoce y muy bien como ex compañero de equipo.

Mercedes siempre tuvo una política, que desde ya va en contra de los aficionados, no hay dudas de eso. Desde que empezó esta nueva era de motores híbridos que nos dimos cuenta que por varias temporadas esto iba a ser cosa de dos, los dos muchachos de Mercedes. Por tanto, al no darles libertad para que puedan pelear mano a mano como lo hicieron en Bahrein de 2014, el mayor perjudicado era el público. Pero no Hamilton, porque Hamilton fue el mayor beneficiado.

Hay que darle la derecha al moreno que fue naturalmente más veloz que Nico en las clasificaciones, la cantidad de poles así lo demuestran. Por tanto, al momento de largar, al ratificar su posición, Mercedes mantuvo la política de aquel que llegara primero a la primera curva, aquel que mantuviera la pole en la primera vuelta, era el que iba a tener prioridad en la estrategia.

Así las cosas, cada vez que gano Hamilton nunca lo escuche quejarse de la estrategia, al contrario, si Nico se le acercaba, por radio protestaba y preguntaba ¿porque? Tampoco lo escuche reconocer que las limitaciones que le ponían a Rosberg (más las propias que se ponía Nico) iban en detrimento del espectáculo. Mientras estuviera en el medio del podio, de la conferencia de prensa y del aparcamiento de los tres primeros, estaba todo ok. Cuando no respeto los códigos y supero con maniobras sucias a su compañero, y Mercedes lo respeto por quedar en cabeza al final de la primera vuelta, tampoco se quejó ni dijo nada al respecto.

Entonces mi querido Lewis Hamilton, porque sos tan mal perdedor. Resulta que ahora te acordas de los neumáticos, la aerodinámica, el blistering, la turbulencia y los aficionados. Tanto que dijo que sentía a Ayrton en cada rincón de Interlagos, ayer defraudó a su torcida cuando no salió a saludar después de la clasificación. Y no me vengan con esa tontería de que es así porque lleva la victoria en la sangre como los grandes pilotos, porque este de grande lo único que tiene es la soberbia. Y recuerdo una definición de soberbia que leí según San Agustin (354-439 obispo y filosofo: “la soberbia no es grandeza, sino hinchazón y lo que está hinchado parece grande pero no está sano”. O según Salomón (970-931 adC) Rey de Israel: “Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; más donde hay humildad, habrá sabiduría”. Y no es casualidad que los grandes campeones que conocí fueron humildes y sabios.

Declaraciones… perdón, excusas de Lewis Hamilton luego de la carrera:
“Tenía buen ritmo, pero no podía adelantar. Estaba varios segundos por detrás de Nico, a veces había tráfico y luego había que cuidar los neumáticos.  Es una pena, porque es un gran circuito pero no te puedes acercar lo suficiente como para competir con los demás”.

No sé cómo los otros estaban adelantando, pero a menos que tengas una ventaja enorme respecto al de delante, no puedes… (No creo que Verstappen con un motor Renault tuviera más ventaja que el Force India de checo Pérez) y el deporte del motor trata de eso, de finalizar las cosas en menos de una décima de segundo, pero si no estás dentro de esa décima no puedes hacer nada. Es una pena porque es divertido poder adelantar aquí”.

“Estoy aquí para correr y para competir, y las órdenes son muy parecidas, así que las estrategias consisten en eso, en hacerlo, en tomar un riesgo, hacer lo que haga falta. Y sí, hay que cuidar los neumáticos pero estoy compitiendo, y creo que lo que la gente quiere es ver competir. Pero, lo que decía, no podía acercarme lo suficiente como para dar una buena carrera, ha sido un poco aburrido  seguir un poquito por detrás”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es insoportable y maleducado. En su momento criticó a Vettel por su dominio, cuando el alemán no tenía ni la superioridad mecánica de los Mercedes ni a un compañero que el hiciera la vida fácil.

Ahora el se pasea con todo a su favor, y cuando le ganan hace caprichitos.

Como dije, es insoportable.