El británico Jenson Button volvió a demostrar una vez más que el hombre de McLaren para la carrera sigue siendo él.
Lewis Hamilton es el perro de caza, el perro voraz que va por la presa los sábados, pero una vez más quedó en evidencia que Jenson es el que los mastica pacientemente los domingos. El moreno se quedó con la pole en la clasificación del GP de Australia, pero la carrera una vez más terminó en el bolsillo del más maduro de los británicos.
Jenson Button ha ganado el GP de Australia prácticamente de punta a punta y se ha anotado su tercera victoria en este circuito. Hamilton arribó tercero y en el medio Sebastian Vettel interpuso su chapa de campeón.
Fue una carrera accidentada con muchos abandonos, sólo catorce coches llegaron a la meta. Y muchos fuertes se quedaron en el camino. Como es habitual todos los años, la primera curva del Albert Park dejó los primeros plásticos. Bruno Senna, Daniel Ricciardo tuvieron que pasar rápidamente por boxes, y el desorden de la primera curva fue aprovechado por muchos. Sergio Pérez, que largaba 22º, en la cuarta curva ya estaba 10º. Button rápidamente se ponía primero, Schumi se ponía 3ro, Rosberg del séptimo lugar saltaba al cuarto, Alonso ganaba cuatro posiciones y quedaba octavo y Raikkonen de 18º ascendía al 12º lugar.
Así la carrera se fue armando, a la vez que comenzaban a sucederse los abandonos. Nico Hulkenberg quedaba afuera en la segunda vuelta, Romain Grosjean en el giro siguiente luego de ser tocado por Felipe Massa quien le daño irreparablemente su suspensión delantera. Hasta que en el décimo giro el que dijo adiós dolorosamente fue Michael Schumacher, quien estaba haciendo una sólida carrera hasta que su caja de cambios dijo basta.
Entonces Fernando Alonso comenzó a escalar y lo que parecía un imposible en momentos se convirtió en realidad. El asturiano estaba peleando palmo a palmo con los McLaren, los Red Bull y el Mercedes de Nico Rosberg que quedaba en pista. Pero claro... a medida que se fueron consolidando, el español fue perdiendo terreno, terreno que por otro lado iba ganando Kimi Raikkonen, los Sauber y Pastor Maldonado con el Williams, quien en el stint final se convertiría en la amenaza más dura para el asturiano.
Mientras tanto, nada intimidaba a Button. Ni siquiera el Safety Car que salió pasado el ecuador de la carrera, en la vuelta 34 cuando Petrov dejó el Caterham en plena recta. El inglés fue consolidando la victoria sin inconvenientes y así arribó a la meta, mientras que Pastor Maldonado y Nico Rosberg se quedaban con las manos vacías en la última vuelta. El venezolano pegándose sólo en la última vuelta cuando faltaban pocos metros. El germano por una falla producto de un roce que tuvo con otro coche, también en el último giro.
Mercedes y Williams que habían ratificado un paso adelante importante en términos de prestación y rendimiento, terminaron la carrera con cero puntos, cosa que fue bien aprovechada por Sauber, por Raikkonen, por Force India y por el local Daniel Ricciardo, quien de local sumó sus primeros puntos en la Fórmula 1. Toda una picardía especialmente para Pastor Maldonado quien estaba sumando en la primera carrera del año más puntos que todos los que había cosechado Williams el año pasado. Pero la el circo da revancha rápido y la semana que viene Malasia le dará una nueva oportunidad.
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