Mark Smith, director técnico de la escudería Caterham, nos los explica en este breve fragmento. El equipo malayo, que prevé dejar su sede de Norfolk para irse a Leadfield, será el primer equipo en presentar su monoplaza en sociedad, a finales de la semana que viene. Pero para ello primero fue necesario aprobar el crash test obligatorio de la Federación Internacional del Automovilismo, prueba que superó con éxito.
¿Cómo es el test? “Ahora los tests son mucho más exigentes que en los años '90. El hecho de que los superáramos antes de Navidad es positivo y demuestra que nuestras simulaciones eran bastante precisas”.
“En unos tests el coche, estático, es sometido a unas determinadas cargas de peso. Luego se somete a unas pruebas de impacto: el alerón delantero se acopla al chasís y éste se estrella contra una pared a una determinada velocidad. También hay unos tests de impacto trasero y otros de choques laterales. Los coches son examinados muy cuidadosamente, esto es lo que nos ayuda a salvar vidas”.
“Estamos orgullosos y emocionados por ver el resultado final. Estoy seguro de que todos estaremos orgullosos de ver el resultado final: el coche montado, pintado y listo para la presentación”, declaraba Smith.
Sin embargo, la formación anglo malaya todavía está en fase de montaje final de los dos CT01. “La semana pasada ya estábamos acabando la construcción del primer chasís. Lo llevamos al taller el sábado y le montaron el depósito de combustible y la suspensión delantera. Todavía no tenemos todas las partes (del coche), pero ya hemos montado aquellas de que disponemos”.
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