El jefe de la escudería de Enstone, Eric Boullier, ha reconocido que la ausencia del piloto polaco fue uno de los principales motivos que explican la caída de rendimiento de la escudería a lo largo del año pasado.
Lotus logró sorprender a todos a comienzos de la temporada 2011 con los innovadores escapes frontales y el tercer puesto de Vitaly Petrov en el GP de Australia. Pero luego no supieron como desarrollarlos, como mantenerse cerca de los equipos más fuertes de la grilla y terminaron siendo la decepción de la temporada.
Según ha analizado Boullier, con la salida forzosa de Kubica “hubo una pérdida deportiva directa, lo cual estuvo relacionado obviamente con la velocidad y fue también un golpe de moral para el equipo y para todos”.
“Pero también hubo una pérdida indirecta: y este es una de las cualidades más importantes de Robert. Es mentalmente muy fuerte, y también el compromiso del equipo para hacerlo bien y mejorar. Y esto... no sabemos cuánto nos costó, porque quizás parte del desarrollo de los escapes frontales podría haberse hecho de una forma distinta con los comentarios y consejos de Robert”.
No obstante, Boullier entiende que siempre aún de lo malo, se rescatan cosas positivas. Y lo que hay que rescatar del 2011 es que han aprendido a comprender como debe funcionar el equipo.
“Este año ha sido muy duro para nuestra gente, para mí y para todo el mundo en la compañía porque fue muy frustrante. Pero quizás así profundizaremos más para comprender cómo podemos mejorar. Si el coche hubiera evolucionado bien con Robert, entonces quizás podríamos haber perseguido a los tres primeros en el campeonato y habríamos pensado 'Wow, estamos en buena forma'. Pero, de hecho, habríamos pasado por alto muchas cosas”.
“Para mi, esta experiencia podría parecer un desastre, pero estuvo bien para aprender”.
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