Sinceramente
tengo que reconocer que me he equivocado, que he subestimado el gran nivel en
el que se encuentra el piloto británico, muy seguro de sí mismo, preciso,
exacto y letal, sobre todo… letal. Si había un lugar donde Nico Rosberg podía
reivindicarse y plantarle definitivamente batalla a su compañero, creía que ese
lugar era Bahrein. Por todo lo que nos habían enseñado en la edición anterior.
Pero lejos
de repetirse el mano a mano del año pasado, terminé por asumir (rendido) que
Lewis está en un nivel superior al de 2014, que se ha escapado del radar de su
compañero. Que tiene pleno control de todas las áreas del coche, que de pronto
sabe administrar neumáticos, combustible y le sobran recursos, recursos que
ahora le faltan al germano al momento de gestionar la carrera.
Y digo que tuve que asumir
rendido, no porque me caiga mal Lewis, o dude aún de sus condiciones, sino
porque ver a Nico tan lejos es un aliciente menos para el campeonato. Creo que
todo tifosi debe coincidir conmigo al desear que se repita en Mercedes lo que
pasó con McLaren en 2007.
Tanto es
así que previo a la carrera me jugué por Nico, creí que lo del sábado había
sido una actuación, que había diagramado su estrategia para la carrera guardándose
un compuesto nuevo más que su compañero. Y en parte me ilusione porque vi un
primer stint agresivo, haciéndome creer que de camino al circuito Nico se había
comprado un par de huevos. Pero no fue así, y como están plantados de moral
cada uno, me late que Rosberg no le gana a Hamilton ni siquiera con una parada
menos.
Ferrari
volvió a demostrar que están afilados como equipo, que están trabajando al
nivel de cuando estaba ahí afuera Michael Schumacher pilotando la rossa. La peor
parada del equipo fue de 2s5, y aún así, Hamilton respondió a la presión de
Ferrari siempre con solvencia. Mientras que Rosberg quedaba detrás de la
Ferrari cada vez que se detenía, el
moreno lograba conseguir una ventaja para
ponerse a cubierto. Lo que le permitió no correr peligro cuando a dos vueltas
del final comenzó a tener problemas con los frenos.
Hamilton pudo controlar la carrera, pudo controlar la presión…hoy. Pero Ferrari está avanzando tan rápido que le pide al equipo que no se duerman, que sigan trabajando. Mientras tanto quien si parece estar durmiendo una larga siesta es Nico y es hora de que se despierte.
Hamilton pudo controlar la carrera, pudo controlar la presión…hoy. Pero Ferrari está avanzando tan rápido que le pide al equipo que no se duerman, que sigan trabajando. Mientras tanto quien si parece estar durmiendo una larga siesta es Nico y es hora de que se despierte.
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