Así lo aseguró el piloto alemán en declaraciones al diario más importante de su país, el Auto Bild. Según el germano se ha privado de muchas diversiones y ha quemado etapas durante su juventud, pero "Nada en el mundo significa tanto como proclamarse campeón del mundo".
"Cómo me hubiera gustado poder hacerlo… pero tenía que trabajar y entrenar. De hecho, a esas alturas ya estaba preparándome para el objetivo de mi vida" comentaba el alemán.
Por el momento el germano se está enfrentando a una temporada adversa, donde más allá de contar con el auto más rápido y haber ganado dos carreras, se está enfrentando a una suerte errante y el que se está destacando es su compañero.
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