La Federación Internacional del Automovilismo sentó postura en cuanto a los elementos cuestionados de Brawn, Toyota y Williams y para bien o para mal aprobó sus inventos.
Es cierto que la aprobación definitiva va en contra de la política de reducción por que los equipos deberán gastar una incontrolable suma de dinero para poner sus difusores a la altura de los otros tres señalados. Pero es cierto también que se acabaron los asteriscos y que ya no habrá que esperar más a la decisión de un tribunal para hacer oficial un resultado.
Y en este contexto a Flavio Briatore le está costando digerir la derrota.
Confirmada la legalidad de los difusores de Brawn, Williams y Toyota, el jefe de Renault considera que el campeonato estará decidido en cuestión de tres o cuatro carreras. Y critica a la FIA por haber cambiado el orden de fuerzas en la Fórmula 1 pero para peor.
“Nuestros pilotos son o han sido campeones, y ahora tenemos un piloto de Brawn que casi está jubilado, y otro que es un ‘paracarro’ [en italiano, un poste de carretera], luchando por el campeonato”, comentaba duramente en declaraciones a La Gazzetta dello Sport.
El irascible italiano cree que en estas condiciones alcanzar a los Brawn será imposible, y que la Fórmula 1 ha perdido todo el interés porque la jerarquía de los últimos años, con Ferrari, McLaren y Renault en cabeza, ha desaparecido en pos de un Jenson Button o un Kazuki Nakajima que según él, poco tienen para darle de espectáculo a la F1.
“Es imposible recuperar el terreno que hemos perdido con respecto a esos equipos. En tres o cuatro carreras, el campeonato podría estar decidido, y no sé qué interés tendrá para los telespectadores cuando Button tenga sesenta puntos y Nakajima cincuenta. No sé cómo podemos tener credibilidad. Será mejor escucharlo sólo por la radio y ver cualquier otra cosa”.
Flavio no entiende como la FIA se contradice en ciertas políticas que intenta llevar a cabo como campaña y hace hincapié en el presupuesto de 30 millones que propone la federación para que los equipos lo implementen en el 2010.
“Hemos gastado quince millones con el KERS, otros diez con el difusor, así que tenemos cinco restantes para los viajes y para pagar a los empleados”.
Es cierto que la aprobación definitiva va en contra de la política de reducción por que los equipos deberán gastar una incontrolable suma de dinero para poner sus difusores a la altura de los otros tres señalados. Pero es cierto también que se acabaron los asteriscos y que ya no habrá que esperar más a la decisión de un tribunal para hacer oficial un resultado.
Y en este contexto a Flavio Briatore le está costando digerir la derrota.
Confirmada la legalidad de los difusores de Brawn, Williams y Toyota, el jefe de Renault considera que el campeonato estará decidido en cuestión de tres o cuatro carreras. Y critica a la FIA por haber cambiado el orden de fuerzas en la Fórmula 1 pero para peor.
“Nuestros pilotos son o han sido campeones, y ahora tenemos un piloto de Brawn que casi está jubilado, y otro que es un ‘paracarro’ [en italiano, un poste de carretera], luchando por el campeonato”, comentaba duramente en declaraciones a La Gazzetta dello Sport.
El irascible italiano cree que en estas condiciones alcanzar a los Brawn será imposible, y que la Fórmula 1 ha perdido todo el interés porque la jerarquía de los últimos años, con Ferrari, McLaren y Renault en cabeza, ha desaparecido en pos de un Jenson Button o un Kazuki Nakajima que según él, poco tienen para darle de espectáculo a la F1.
“Es imposible recuperar el terreno que hemos perdido con respecto a esos equipos. En tres o cuatro carreras, el campeonato podría estar decidido, y no sé qué interés tendrá para los telespectadores cuando Button tenga sesenta puntos y Nakajima cincuenta. No sé cómo podemos tener credibilidad. Será mejor escucharlo sólo por la radio y ver cualquier otra cosa”.
Flavio no entiende como la FIA se contradice en ciertas políticas que intenta llevar a cabo como campaña y hace hincapié en el presupuesto de 30 millones que propone la federación para que los equipos lo implementen en el 2010.
“Hemos gastado quince millones con el KERS, otros diez con el difusor, así que tenemos cinco restantes para los viajes y para pagar a los empleados”.
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