Pasado el primer tercio de la temporada, con seis carreras disputadas, la escudería francesa enfrenta una gran interrogante de cara al futuro: Continuar desarrollando el modelo R28 para volver al primer plano. O comenzar a trabajar en el modelo del 2009.
De haber tenido una dupla de pilotos como la del año pasado (Fisichella-Kovalainen), la opción recomendable ya estaría más que clara. Pero si en uno de los asientos, el que se juega el pellejo es Fernando Alonso, entonces las decisiones se tornan difíciles y muy pensadas.
Renault logró repatriar al español de su mala estadía en McLaren con la promesa de darle un auto competitivo, capaz de ponerlo en la lucha por su tercer título mundial.
Pero el R28 no estuvo a la altura y junio es un mes donde los jefes comienzan a preguntar por quienes están libres.
Alonso firmó un contrato de dos años con Renault, con la opción de liberación tras el primero si una de las partes no está conforme. Y al parecer, BMW ya anduvo preguntando, Honda se estuvo acercando y Toyota comenzó a evaluarlo.
Por ello, Renault ha entrado en la duda: “O le damos un auto que le permita ver el podio antes de finalizar el año. O comenzamos a trabajar para darle un auto ganador el año que viene”.
El problema es que por los malos resultados cosechados, a propósito de un coche lento y poco competitivo, Renault ha caido al séptimo lugar en la Copa de Constructores, una posición preocupante si se piensa en los dólares que se pierden si no se termina más arriba. Hay que recordar que la FOM (Formula One Management) otorga ingresos en función de la puntuación obtenida.
Symonds lo ve difícil
El jefe de Ingeniería de la escudería francesa, Pat Symonds, considera que es un cometido complicado, tal y como transcurre la campaña.
"Si estuviéramos en una sólida tercera plaza y fuera improbable ganar un segundo respecto a los mejores y tampoco podríamos caer hasta el cuarto, como era nuestro caso el año pasado, empiezas a cambiar tu atención hacia el año siguiente. Si estás luchando como lo estamos haciendo este año, tienes que seguir desarrollando", comentaba Pat Symonds, jefe de ingeniería del equipo galo.
"No hay nada malo en seguir desarrollando el coche si todo es aplicable para el siguiente, pero el año próximo lo aprovechable será muy poco. Será un coche completamente diferente en aerodinámica, las ruedas slicks, el sistema KERS de recuperación de energía. Aún así, todo lo que estamos aplacando al coche va funcionando y me siento confiado con lo que estamos haciendo", agregaba el inglés.
De haber tenido una dupla de pilotos como la del año pasado (Fisichella-Kovalainen), la opción recomendable ya estaría más que clara. Pero si en uno de los asientos, el que se juega el pellejo es Fernando Alonso, entonces las decisiones se tornan difíciles y muy pensadas.
Renault logró repatriar al español de su mala estadía en McLaren con la promesa de darle un auto competitivo, capaz de ponerlo en la lucha por su tercer título mundial.
Pero el R28 no estuvo a la altura y junio es un mes donde los jefes comienzan a preguntar por quienes están libres.
Alonso firmó un contrato de dos años con Renault, con la opción de liberación tras el primero si una de las partes no está conforme. Y al parecer, BMW ya anduvo preguntando, Honda se estuvo acercando y Toyota comenzó a evaluarlo.
Por ello, Renault ha entrado en la duda: “O le damos un auto que le permita ver el podio antes de finalizar el año. O comenzamos a trabajar para darle un auto ganador el año que viene”.
El problema es que por los malos resultados cosechados, a propósito de un coche lento y poco competitivo, Renault ha caido al séptimo lugar en la Copa de Constructores, una posición preocupante si se piensa en los dólares que se pierden si no se termina más arriba. Hay que recordar que la FOM (Formula One Management) otorga ingresos en función de la puntuación obtenida.
Symonds lo ve difícil
El jefe de Ingeniería de la escudería francesa, Pat Symonds, considera que es un cometido complicado, tal y como transcurre la campaña.
"Si estuviéramos en una sólida tercera plaza y fuera improbable ganar un segundo respecto a los mejores y tampoco podríamos caer hasta el cuarto, como era nuestro caso el año pasado, empiezas a cambiar tu atención hacia el año siguiente. Si estás luchando como lo estamos haciendo este año, tienes que seguir desarrollando", comentaba Pat Symonds, jefe de ingeniería del equipo galo.
"No hay nada malo en seguir desarrollando el coche si todo es aplicable para el siguiente, pero el año próximo lo aprovechable será muy poco. Será un coche completamente diferente en aerodinámica, las ruedas slicks, el sistema KERS de recuperación de energía. Aún así, todo lo que estamos aplacando al coche va funcionando y me siento confiado con lo que estamos haciendo", agregaba el inglés.
El dilema en Renault ya está planteado. Habrá como resuelve el suyo Fernando Alonso cuando Brasil haya terminado.
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