Es que al británico, salvado presidente de la FIA, no se le ocurrió mejor idea que proponer un aumento en la cuota de inscripción que pagan anualmente los equipos para participar del campeonato mundial de Fórmula 1.
Ya se la había agarrado con los pilotos antes, a quienes les subió el costo de la superlicencia y motivo por el cuál los muchachos amenazaron con una posible huelga en el peor de los casos.
Pues bien, ahora la manito es para los constructores a los que primero sedujo, solicitando para ellos, una parte más importante del pastel de los derechos comerciales que se reparten en la F1.
Ambas propuestas, la buena y la mala, serán presentadas mañana miércoles en el Consejo Mundial que realizará la FIA en la plaza de la Concorde. Y la cuota de inscripción de cada equipo pasaría de los 300.000 euros actuales a los 740.000.
El aumento sería invertido para solventar un nuevo sistema de señalización, nuevas y seguras comunicaciones entre boxes y pitlane, grabaciones de videovigilancia e instrumentos de previsión meteorológica.
Ecclestone mientras tanto advierte a Mosley
El mandamás del circo avisó al viejo Max que se cuide de no meter las narices en asuntos que no le incumben, léase “asuntos comerciales”. Es que se divulgó, durante el transcurso del fin de semana, que el sexagenario de la FIA estaría preparando una ofensiva para presentar contra Ecclestone en la reunión del Consejo Mundial del Motor, que tendrá lugar este miércoles.
El mandamás del circo avisó al viejo Max que se cuide de no meter las narices en asuntos que no le incumben, léase “asuntos comerciales”. Es que se divulgó, durante el transcurso del fin de semana, que el sexagenario de la FIA estaría preparando una ofensiva para presentar contra Ecclestone en la reunión del Consejo Mundial del Motor, que tendrá lugar este miércoles.
En una entrevista concedida al The Times, Ecclestone advirtió a su ex aliado que la FIA no puede meterse en los asuntos comerciales del deporte.
"Según está acordado con la Comisión Europea, la FIA se encarga de regular la F1, como si fuera la policía, y la FOM es la propietaria y gestora de los derechos comerciales. El dinero no pertenece a Max, no puede tocarlo. Estoy seguro de que si ocurriera eso, la Comisión Europea haría algo," comentaba el patrón, en referencia a las propuestas que sugeriría Mosley en el Concejo.
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