Que no lo escuche su papá… perdón, digo Ron Dennis. El mentor del moreno ya se había enojado durante el fin de semana cuando se enteró que Lewis había tildado a McLaren claramente como el tercer equipo.
Lo cierto es que el campeón del 2008 no puede ocultar su pesimismo por el presente que están atravesando y reconoció que en estas condiciones, mientras Red Bull mantenga el ritmo que mostró en Hungría, el título se les aleja.
"Las siete carreras que quedan van a ser muy duras. Si Red Bull sigue con el ritmo que tiene, no tenemos muchas esperanzas, pero creo que podemos alcanzarles. Yo sólo voy a estar detrás de todo el equipo para asegurarnos de que no se pierda nada", declaraba Hamilton antes de retirarse de Hungría.
"A estas alturas de la temporada, es algo remoto, y necesitamos que tengan alguna carrera sin finalizar”, declaraba el moreno, cosa que parece difícil si se tiene en cuenta que Red Bull ahora goza de una muy buena fiabilidad. Pero si sucede, será el último en tirar la toalla. "Tenemos que poner todo lo que tengamos, en términos de recursos de equipo, de conocimientos que tengamos y estar más unidos de lo que nunca se haya estado. Tengo toda la fe en mi equipo y siento que podemos hacerlo", concluyó el inglés.
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