Según considera Franz Tost, jefe de la escudería de Faenza, ni Virgin, ni Lotus ni Hispania podrán hacer milagros y volverse competitivos de la noche a la mañana… ni de la mañana al otro día.
Tras la carrera de Malasia, Virgin ha completado la hazaña de los equipos nuevos de ver la bandera a cuadros. Lotus lo había logrado en Bahrein, Hispania en Australia y faltaba la firma de Richard Branson. Pero aunque estas tres escuderías hayan llegado a la meta rápidamente, Tost descree que estos se acerquen a los de la mitad de la parrilla.
"El nivel de los equipos medios en la Fórmula Uno es muy alto, cerca de los de arriba. Les llevará (a los nuevos equipos) por lo menos uno o dos años poder alcanzar este nivel", declaraba el austríaco a la agencia de noticias APA.
Es que aceitar una estructura desde cero no es la realidad de la Fórmula 1. "Se trata principalmente de hacer que 200 ó 300 personas sean capaces de cooperar de forma equilibrada, y ese no es un trabajo de dos días", concluyó Tost.
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