Sabido es que en la primera carrera europea del año las evoluciones que presentan los equipos son las más significativas que se ven a lo largo del año. Porque se trata del regreso a casa luego del primer periplo extra europeo, porque nos hemos acostumbrado a un descanso de tres semanas entre la última cita de este periplo con la que da inicio a la etapa local. Y lo más importante, porque el equipo comienza a tener precisión si está para luchar por el título, por el podio, o no ser el último del fondo. Y en este tren de actualizaciones, Lotus quiere ser la locomotora.
Teniendo en cuenta el diseño básico que han mostrado en estas primeras cuatro carreras, la escudería malaya confía en dar el salto más grande de aquellos que presenten actualizaciones significativas el próximo fin de semana.
"Esperamos avanzar significativamente - llevaremos una aerodinámica revisada con nuevos pontones, alerones delanteros y conductos de freno, aparte de cambios mecánicos, pero es obvio que tendremos que esperar para ver si el salto es lo suficientemente grande," declaraba al respecto Mike Gascoyne, diseñador del nuevo Lotus y a su vez director técnico de la escudería.
"Todos los equipos llevaremos mejoras a Barcelona, pero esperamos que las nuestras sean mejores que las de los demás porque con el retraso inicial tuvimos que congelar la evolución del coche muy pronto", reiteraba el inglés.
A la vez que añadió: "es gratificante ver cómo la fábrica ya opera a pleno, rendimiento con todos los departamentos completos de personal, pero con mucho potencial de mejora. Esto significa que podemos mirar a largo plazo en desarrollo y programas de I+D, y empezar a hablar sobre el futuro. Estamos ahora mismo en la parte más dura de crecimiento del equipo, y estamos en el buen camino".
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