Leí por ahí un artículo donde citaban que sólo en el GP de Singapur de 2008 Fernando Alonso había tenido una victoria con mayor remontada. En esa ocasión había largado decimoquinto y en un circuito aún con menos lugares para el sobrepaso que el de Valencia. Pero todos conocemos la historia de esa carrera y lo que hizo Flavio Briatore con Nelsinho Piquet, por lo que no habría ni siquiera que tenerla en cuenta.
Esta es distinta, esta es épica, es de ensueño. Es un triunfo que no se compara con ningún otro por el contexto en el que se da. Porque es en Valencia, porque la última victoria ante su afición había sido en 2006 la que ya ni recordaba. Porque había largado undécimo y ni siquiera soñaba con el podio. Porque Vettel y Hamilton no suman, porque Button está lejos y porque Webber estaba detrás. Porque tuvo que batallar con todos y buscar huecos donde no los había. Porque con esta victoria tatuó su apellido con tinta china en el libro de las victorias magnificas.
“Es difícil de expresar lo que siento con palabras. Ganar una carrera en casa es una sensación única. Ferrari es un equipo muy especial en el que pilotar y fue espectacular ver a los aficionados de rojo en la recta. España ya ha triunfado este fin de semana, ayer en la Eurocopa (de fútbol), así que estoy muy orgulloso de lo que estamos haciendo en el deporte como país. Esta es sin duda mi victoria más bonita.”
Con 111 puntos en su haber, Fernando Alonso recupera el liderato del Campeonato de Pilotos después de las ocho primeras carreras de las 20 programadas. El segundo clasificado es Mark Webber que se encuentra a diez puntos del ovetense.
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