La victoria de Silverstone no le quitó presión

Lewis Hamilton aseguró que después de su victoria en Silverstone, llega a Hockenheim con la misma mochila con la que había llegado a Gran Bretaña. Ganar ante su gente, y de la manera que lo hizo bajo la lluvia, parece que no calmó a los británicos que claman por un campeón del mundo. El último que tuvieron fue Damon Hill, en 1996.
"La presión es algo que siempre existe porque necesitas ganar consistentemente. En la F1 eres tan bueno como lo fuiste en la última carrera y lo de Silverstone ya me parecía una vieja memoria cuando llegué a los entrenamientos de esta semana en Hockenheim", aseguraba el inglés, "aún así, en general, una victoria puede, brevemente, quitar algo de presión porque te permite ir hacia adelante sin mirar a los problemas que tuviste en las últimas carreras. Pero uno nunca puede darse por satisfecho y nosotros volveremos a presionar en Alemania la próxima semana".

Para Lewis, la carrera de Alemania es otra carrera más en casa, porque es la patria de Mercedes. Y Mercedes en cierta forma también participó en la educación de este moreno adiestrado desde pequeño por Ron Dennis. Sintiéndose incluso orgullosa, la marca alemana, de cada uno de sus actos.
Por ello Hamilton espera poder dar una nueva alegría a su equipo en su segunda casa, donde espera el apoyo de la gente de Daimler Chrysler.

"Tengo muchas ganas de que llegue la carrera y contar con el apoyo de los aficionados alemanes, en particular del de los de Mercedes. Sé que muchos de ellos estarán en la grada Mercedes, desde donde tendrán una vista muy buena. En 2005 corrí allí y gané la carrera de la F3 Euro Series y, en 2006, con la GP2, acabé segundo y tercero. El circuito es bastante simple y también ayuda que nuestro monoplaza es imponente en estos momentos", concluía el moreno.