El último campeón paso casi desapercibido en Hockenheim, y se mostró poco cómodo con el coche. Pero así y todo sumó buenos puntos con su sexto puesto en Alemania, que le permite mantenerse a los oídos de su compañero Lewis Hamilton. Y teniendo en cuenta que la próxima cita es Hungaroring donde logró en el 2006 su primera victoria, donde las diferencias se acortan, y donde McLaren siempre fue protagonista, la confianza se recupera.
"Después de Hockenheim, creo que voy a Budapest sintiéndome más optimista con el ritmo de carrera del coche. Tradicionalmente, el equipo ha ido bien y creo que tenemos una alta configuración de agarre que debería ser la apropiada para el circuito. Estamos aprendiendo cada vez más en cada sesión y creo que conseguimos una valiosa información en la carrera de Alemania", subrayaba Button.
Es que el británico es consciente que en Hungaroring "se maximiza el rendimiento". Por lo que “espero poder hacer un buen resultado antes de las vacaciones de verano, lo que sería muy positivo para todo el equipo".
"Alguno de los bordillos son demasiado altos, por lo que necesitas un poco de precisión para controlar la velocidad. Afortunadamente, es un circuito que exige un gran agarre porque normalmente hay mucho 'grip' o, al menos lo hay el domingo, ya que siempre está con un montón de polvo al inicio del fin de semana", destaca Button.
En cuanto a su primera victoria en la F1, hay cosas que todavía le quedan. "Realmente, lo que mejor recuerdo son los momentos después de la carrera, cuando acabé y me di cuenta de que todo era real y veía las reacciones de la gente que me rodeaba. Fue un gran momento en mi carrera y aún lo saboreo", concluyó el británico.
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