Más tranquilo, más frío y tras haber dado cuenta de la telemetría servida por su equipo para el análisis, el brasileño aceptó las decisiones de Brawn tomadas el domingo.
El piloto paulista se había bajado furioso del Brawn GP una vez terminada la carrera, pues consideraba que el equipo británico había tirado por tierra sus opciones de victoria al realizar tres paradas, que de primero lo llevaron al sexto puesto detrás de su compañero.
"Estoy muy decepcionado, hice todo lo que tenía que hacer, me he colocado primero en la primera curva y después ellos me han hecho perder la carrera. Estoy deseando coger el avión y volverme para casa. No quiero hablar con nadie del equipo. Será más 'bla bla bla' y no quiero escucharlo," declaraba Barrichello.
Pero camino a su descanso, Rubinho ha dado por terminado este asunto y ahora mira con optimismo al futuro. "Estaba muy molesto…pero ya ha acabado todo," comentaba más relajado y prometía: "Lucharé hasta que no tenga más opciones al Campeonato. Lo prometo."
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