Los coches ya están rodando en Shanghai, y Ferrari ha vuelto a la realidad. Con su larga recta trasera y su mixtura de curvas rápidas y lentas, el circuito chino le plantea a la Scudería un duro desafío, que los puede dejar en ridículo.
En estas tres semanas de receso no ha habido mucho para cambiar en el coche, algunas mejoras pero nada más, nada relativo que los haga avanzar medio segundo, por lo que en el equipo italiano, especialmente Fernando Alonso, es consciente que deberán sacar el máximo del coche para mantenerse par a par con los más potentes en la tabla del campeonato.
La realidad no es la que se plasma actualmente en los puntos del mundial, Fernando es bien consciente que llegan como líderes a esta carrera por un hecho fortuito de Malasia. Pero ya que está hay que aprovecharlo.
“Llegar a China como líder del Mundial es algo inesperado, sobre todo después de lo que vimos en los test invernales. Eso significa que hemos hecho un buen trabajo, empujando al máximo y aprovechando las oportunidades. Desde que llegué a Ferrari en 2010, he visto cómo el equipo mejoraba en todas las áreas. Sabemos que el coche no está como todos queremos, pero todo el mundo está trabajando muchísimo y de forma conjunta, tal y como debe hacer un verdadero equipo”.
“Han pasado tres semanas, pero el coche no cambia tanto en ese tiempo. Tendremos alguna mejora, pero nada totalmente relevante, también porque imagino que los demás equipos también traerán cosas. De todas formas, el objetivo para esta carrera seguirá siendo el mismo: sacar el máximo de nosotros mismos, tratar de ser perfectos y aprovechar las oportunidades que puedan surgir. Hemos de hacerlo lo mejor posible y conseguir el mayor número de puntos que podamos”.
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