El piloto finlandés no quiso explayarse mucho sobre su última experiencia en la escudería de Woking, pero trato de dejar en claro que si no rindió como se esperaba de él, no fue por su culpa sino por la del equipo británico.
Transcurriendo la temporada 2004, Heikki Kovalainen era catalogado como un piloto promesa, como la joya que se guardaba Renault mientras explotaba Fernando Alonso. Pero entonces su debut tardó en llegar, apareció en 2007 y la escudería francesa ya no era la misma.
Le costó debutar, le costó hacerse de confianza pero a mitad de esa temporada 2007 mostró su mejor faceta y terminó superando a Giancarlo Fisichella. Le alcanzó para que McLaren se fijara en él y lo fichara.
Pero nada es como se parece y Heikki lo comprobó en carne propia. El nórdico está convencido de que su mala reputación no es producto de sus habilidades sino de sus resultados y que en esos resultados terminó influyendo la falta de atención de McLaren.
"No creo que haya un área en particular en la que tenga que mejorar. Mucha gente cree que soy bueno en la clasificación y no tan buen piloto en carrera, pero eso ha sido mientras estaba en McLaren. Si nos fijamos en mi etapa en Renault en 2007, el rendimiento en carrera fue realmente fuerte", aseguró el finlandés.
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