“Alguna vez había de romperse”… “para eso están los entrenamientos” piensa uno a esta altura del invierno europeo, del verano sudamericano. Pues bien, por primera vez en la pretemporada el asturiano se tuvo que volver a boxes caminando.
Fernando Alonso protagonizó la segunda bandera roja del día, luego de que la rossa quedara detenida a la altura de la zona del estadio, cuando apenas había completado once vueltas. Pero poco se sabe de la falla (según informan desde la Scudería: electrónica) que lo dejó aislado del test durante buena parte de la mañana (dos horas y media).
Por tanto, Fernando optó por guardar kilómetros en su penúltimo día de test de pretemporada, dedicándose a probar la fiabilidad de su monoplaza, sin que podamos tomar dimensión de su verdadera velocidad de punta. Completando nomás un total de 74 vueltas, registrando para la mejor de ellas un tiempo de 1m24s170 que lo dejó en el séptimo lugar a 2s683 de la punta.
Una picardía, dado que el español había mostrado ni bien comenzaba la mañana interesantisimas novedades en la F10, como ser la nueva aleta de tiburón, encastrado en el alerón trasero al mejor estilo de McLaren y Red Bull. Además de un nuevo sistema de ventilación para sus cuatro ruedas, que reemplazaría a los eliminados tapacubos.
Fernando Alonso
"No fue un día perfecto, pero fue muy útil, sin embargo. Tuvimos varias cosas nuevas en el coche y hemos recogido algunos datos para ver cómo funcionan. Ahora tenemos que entender cómo explotarlas".
"La pista no estaba bien hoy. Un poco sucia y con viento. Es siempre interesante conducir en un circuito donde también tendrá lugar un Gran Premio, ya que se empiezan a ver algunos aspectos a los que se tendrá que hacer frente más adelante. En conjunto yo diría que fue un buen día."
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