Aunque la salida de Alonso, el caso del Crashgate y la huida de sus principales auspiciantes suponían el final del rombo dentro de la Fórmula 1, el renacer de la escudería francesa con nuevo mando está insinuando otra cosa.
Los cambios de aires y la llegada de Robert Kubica para ocupar el puesto de figura que dejo Fernando Alonso, le ha dado un cambio de visión al equipo en 180 grados. Y ello, según manifiesta el polaco, se está notando en la forma de trabajar de todos los mecánicos que se desesperan para tener el taxi a punto antes que comiencen los entrenamientos. Taxi con el que ya han alcanzado los 2 mil kilómetros.
“Aunque el mal tiempo ha afectado el trabajo que teníamos que desarrollar en la pista, hemos dado un gran paso, especialmente en Jerez, donde tuvimos buenos resultados”, comentaba el polaco.
Al mal tiempo hay que hacerle buena cara y de ello sabe muy bien Kubica. Es que a pesar de que la lluvia se llevó todo el protagonismo, lo más importante que se debe destacar “es que el coche se mantiene y hace que la puesta a punto sea más fácil. Hay algunas cosas que todavía tenemos que probar en los próximos entrenamientos, que me harán sentir mejor al volante del coche y harán que sea más rápido. Pero como ya he dicho, estamos en el camino correcto”, afirmaba Kubica.
Lo que ha facilitado que Robert ya se entienda de primera con los integrantes del rombo, al punto de sentirse como en casa dentro de la escudería Renault.
“Mi recibimiento ha sido tal y como me esperaba, no me han decepcionado. El equipo está muy motivado y está deseando que llegue el inicio del mundial para que Renault esté en las primeras posiciones de la parrilla. Todos están trabajando muy duro y es bueno ver una respuesta tan rápida de los chicos para tener el coche a punto para los entrenamientos, así como para hacer cambios después de Valencia y Jerez”.
“Siento que Renault es mi casa y es un buen equipo con personas geniales con las que trabajar”, concluyó Kubica.
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