El patrocinio de tabaco comenzó a ser extirpado en la Fórmula 1 a partir del 2005. Desde esa temporada, estaba prohibido correr en Europa con publicidad de cigarrillos, teniendo permiso para hacerlo sólo en las carreras asiáticas y en Mónaco. Para entonces, las marcas que llevaban una larga cooperación con las escuderías más importantes ponían punto y final a su experiencia en la F1, estirando su presencia con algunas participaciones en 2006.
Mild Seven se despedía de Renault, la British American Tobbaco (Lucky Strike y 555) cedía su parte accionarial de la British American Racing (BAR) para dejársela a Honda, en McLaren ya muy poco quedaba de West y Jordan ya había desaparecido producto de la caída de Benson & Hedges.
Pero Philips Morris lejos de seguir el camino de sus rivales, en 2005 tomó la determinación (en ese entonces lo llamaron locura) de continuar omnipresente en las Ferrari que se construyeran hasta 2011. De aquella prohibición de tabaco sólo nos ha quedado un código de barras y ese código de barras es el de Marlboro en la F10.
En los alerones, en los laterales, en los monos del piloto, en los boxes, en toda la indumentaria. Marlboro permanece en a Fórmula 1 y por primera vez desde la prohibición del tabaco los especialistas en el tema de la salud se mostraron preocupados con este asunto hasta el punto que ahora exigen a los gobiernos británico y español que investiguen el tema.
Si bien Santander ayuda a desviar las miradas, por el lugar publicitario que se ha ganado en la figura de la rossa, y porque comparte los mismos colores de Marlboro, el código de barras ha alcanzado para ganarse la atención de la medicina europea, especialmente del catedrático del Royal College of Physicians, John Britton quien ha sugerido se tuviera en cuenta la campaña publicitaria de Phillips Morris con la escudería de Maranello.
Ferrari no se ha quedado quieta y rápidamente ha intentado negar, aunque inútilmente, que el código de barra no se debe a Marlboro, argumentando que los colores de la Scuderia no tenían nada que ver con ninguna campaña de publicidad encubierta.
“Se han publicado varios artículos basados en dos suposiciones: que parte de los gráficos mostrados en los coches de Fórmula 1 son reminiscencias del logotipo de Marlboro, e incluso que el color rojo que es tradicional en nuestros coches es publicidad de tabaco. Ninguno de estos argumentos tienen base científica”, se puede leer en la página de Ferrari.
“La asociación entre Ferrari y Philip Morris sólo se desarrolla en ciertas iniciativas, todo llevado a cabo plenamente con la ley de los países donde estas actividades tienen lugar. No hay un logotipo en nuestros coches desde 2007, incluso en países donde las leyes locales todavía lo permitían”.
“El código de barras es parte integral del diseño del coche y todas las imágenes coordinadas por la Scuderia. Además, si fuera un caso de publicidad subliminal, Philip Morris debería tener el derecho de reproducción legal”, concluía la Scudería.
Lo cierto es que… por más que traten de negarlo, Philip Morris decidió continuar patrocinando a Ferrari a partir de 2005 acordando la desaparición gradual del nombre Marlboro pero si se sustituía por formas que recordaran su logotipo.
Hoy el código de barras permanece en la F10 como así también en la pechera, y la espalda de los pilotos. Como si fuera poco, Phillips Morris estiró su campaña hasta el MotoGP donde también patrocina al equipo Ducati, casualmente con el mismo código de barras.
El mensaje subliminal de Marlboro ha quedado al descubierto y me temó que su final definitivo en la F1 pueda llegar después del 2011.
2 comentarios:
Ahora vienen con esto cuando hace tiempo que llevan el código de barras. Saludos
Tal cual querida promagica, se ve que se encontraron con que no tenían nada que hacer. Veremos que sale de todo esto. No me imagino ahora la Ferrari sin el codigo de barras
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