El siete veces campeón del mundo debía cumplir con una promoción y luego dirigirse con su familia hacia un aeropuerto. Pero sus apariciones públicas muchas veces le demandan algo más de tiempo que lo normal y esta vez parece que se le hizo demasiado tarde.
Por eso, para no perder su vuelo Michael Shumacher se puso al volante de un taxi, con el que se dirigía al aeropuerto, y convirtió a un simple chofer en un afortunado espectador.
Por eso, para no perder su vuelo Michael Shumacher se puso al volante de un taxi, con el que se dirigía al aeropuerto, y convirtió a un simple chofer en un afortunado espectador.
Entrevistado por el diario de Munich Abendzeitung, el taxista en cuestión, Tuncer Yilmaz, contó que Schumacher le pidió si podía conducir el coche para no perder su avión. El piloto alemán iba acompañado por su esposa y sus hijos camino del aeropuerto.
La información era confirmada a la agencia de noticias alemana SID por Sabine Kehm, jefa de prensa del alemán, quien explicó que la familia Schumacher se dirigía a un aeródromo en Coburg para al parecer adoptar un perro en una localidad cercana.
"De repente me encontré en el asiento del copiloto y con Schumi conduciendo mi coche. Fue increíble. Hizo unos adelantamientos increíbles y tomó varias curvas a gran velocidad," narró el taxista.
"De repente me encontré en el asiento del copiloto y con Schumi conduciendo mi coche. Fue increíble. Hizo unos adelantamientos increíbles y tomó varias curvas a gran velocidad," narró el taxista.
El chofer no sólo tuvo la suerte de ser guiado por el piloto más ganador de todos los tiempos, sino que además se ganó una buena propina por haberlo permitido. Inédito
Fuentes: Munich Abendzeitung, SID
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