Desde que la F1 dejó de pisar suelo austriaco, el A1 perdió su forma. Ya no queda nada del trazado que supo ser parada del circo de Bernie hasta hace cuatro años, la pista donde se disputaba el Gran Premio fue totalmente demolida.
La intención era recuperar la máxima categoría y asegurarla por buen tiempo, por largo tiempo y para ello era necesario hacerla de nuevo. El dueño de Red Bull, Dietrich Mateschitz, había dado su total apoyo (monetario claro está) pero parecía que había quedado en la nada porque la plata no aparecía… hasta hace unos días.
Después de cinco años del último GP de Austria, la publicación austriaca Sportnet está en condiciones de informar que Mateschitz ha puesto 70 millones de euros en el proyecto para que el A1-Ring tenga nuevo dibujo, nuevos edificios y nuevas gradas y este listo para 2010.
"Estoy contento de que Dietrich Mateschitz haya mantenido su palabra y que el proyecto esté por fin en marcha," declaraba por su parte el político austriaco Christian Buchmann.
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