12 de julio de 2009

Un canguro energizante


El piloto australiano logró transformar su primera pole en su primera victoria dentro de la Fórmula 1 tras sobreponerse a un pase y siga en el GP de Alemania.

La carrera pintaba accesible para el hombre de Red Bull, pero se encontró con Rubens Barrichello acelerando más rápido con el Brawn a la par, le dio toquecito y el juez de la carrera lo mando a que recorriera lentamente el pit. Entonces el triunfo estaba a pedir del brasileño, pero en palabras de Rubinho, su equipo “dio espectáculo de cómo se puede perder una carrera”, y Webber terminó metiéndose a los alemanes en el bolsillo. Alemanes que fueron principalmente por Sebastian Vettel, quien terminó segundo. Mientras que Felipe Massa llegó tercero.

Para Red Bull se trata del segundo doblete consecutivo y el tercero de la temporada, mientras que para Felipe Massa se trata del primer podio en el año, aprovechando el hombre de Ferrari el bache que ha dejado Brawn y sus motores Mercedes. Hueco del que también saco ventaja Nico Rosberg, quien en una carrera espectacular, largando desde el decimoquinto puesto, llegó cuarto.

Pero esto no es un tema de motores, porque los impulsores de la estrella siempre rindieron al extremo, el problema fue de estrategias y a Ross Brawn por primera vez en el año –ya que estamos de primeras veces- se le encontró un defecto.

Y como no podía ser de otra manera quien pagó ese defecto fue Barrichello. Primero debió sufrir la degradación de los neumáticos en el segundo stint encajado detrás de la Ferrari de Massa, luego lo inesperado: Rubens tuvo que hacer una tercera parada y de primero pasó a cuarto y luego sexto. Derrota que el paulista también siente en el campeonato de pilotos al pasar de segundo lugar al cuarto.

Para Jenson Button sigue siendo negocio, porque el británico terminó quinto, y se va a Hungría manteniendo los veinte puntos de ventaja. Para Brawn preocupante pero no tanto, porque ahora la diferencia ha caído a 19,5.

Detrás de los BGP, Fernando Alonso llegó séptimo y recuperó la senda de los puntos luego de haber avisado el sábado que era mejor largar decimosegundo que décimo. Piquet que partía desde esa posición llegó decimotercero…

En tanto que el último garbanzo se lo ganó merecidamente Heikki Kovalainen. El finlandés terminó salvando las papas de McLaren que a priori podía condimentar la carrera con Lewis Hamilton largando en el quinto puesto. Pero el moreno aplicó el KERS en exceso, llegó primero al viraje antes que nadie y se fue de largo. Quiso volver, se rozo con alguien, picho neumático, perdió la vuelta y acabó último. Toda una decepción en el ambiente de Woking, en el ambiente de Mercedes, que fue curada con el último punto de Kovalainen.

No hubo lluvia, tampoco hubo grandes cambios como se pudo haber especulado antes de la carrera. Quedó confirmada la tendencia a más de Red Bull y a menos de Brawn GP, pero el resto más o menos se mantuvieron donde estaban. El único cambio importante para los números fríos de la F1 es que desde este fin de semana tenemos un nuevo poleman y un nuevo ganador. Y en buena hora… se lo merecía.

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