De la Indy Lights, donde se consagró campeón este año, a probar un F1 con Force India. El paso es enorme, las sensaciones totalmente distintas. Pero el norteamericano no se apabulló y nos enseñó que hay buena madera. En su primera jornada, con apenas 49 vueltas, se mostró en los mismos tiempos que algunos que ya habían girado con un coche de la máxima categoría.
"Estoy realmente impresionado con la capacidad del coche. Es diferente en todos los sentidos a lo que estoy acostumbrado, tanto en términos de la velocidad pura y simple, sino también en términos de la las características del coche y cómo se comporta, frenos y giros a través de las curvas," diferenciaba Hildebrand.
"Estoy acostumbrado a competir en óvalos a grandes velocidades, de modo que esto no fue una novedad, pero la cantidad de carga aerodinámica con la que se corre y en medida a la velocidad que puede tomar las curvas me tomó un tiempo acostumbrarme. La pista estaba mejorando claramente, así que basándonos en el programa, en términos de ritmo relativo lo estábamos haciendo muy bien. Sentí que estaba allí y estaba empezando a sacar el máximo partido del coche, en especial al final de la mañana. Creo que todavía tenía algo de tiempo para sacar del coche", concluía.
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