La Federación Internacional del Automovilismo ha confirmado este jueves un nuevo sistema de parque cerrado necesario para adaptarse a la ampliación de la parrilla. Se trata del mismo sistema que puso a prueba en el GP de Bahrein y que ahora quedará para el resto de la temporada.
Hasta el año pasado, siendo la grilla de 20 coches, los monoplazas quedaban alojados en un garaje de la FIA una vez que terminaban las sesiones oficiales, para de esta manera poder hacer efectiva la veda. Pero ahora que la grilla se extendió a 24 coches con la posibilidad de que el año pasado suba a 26, se ha experimentado con un sistema de vigilancia con cámaras montadas en el garaje de cada equipo, funcionando las 24 horas. Garantizando a través de las cámaras, que los equipos no trabajen en los coches durante el régimen de parque cerrado.
Los lentes registran imágenes de cada box en baja resolución en condiciones normales, pero con un sensor de movimiento que automáticamente se cambia a alta resolución si se detecta movimiento cerca del coche. Inspección que será llevada a cabo por comisarios especiales que estarán pendientes de las cámaras de todos los garajes y alertarán al personal de la FIA en caso de notar alguna anormalidad.
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