“El que se quema con leche ve una vaca y llora”, dice el dicho ¿no? “El que visita Australia, ve un canguro y se disculpa” podríamos armarle uno a Lewis.
El moreno debió disculparse el año pasado ante los aficionados por una sucia jugada deportiva conjugada con McLaren Mercedes en las últimas vueltas del GP de Australia. Ahora lo tuvo que hacer ante la policía de tránsito que lo interceptó este viernes por la noche, alrededor de las 21.15, haciendo trompos y derrapes en las afueras del circuito de Albert Park, en St Kilda.
"Esta noche conduje de modo inapropiado y, como consecuencia, me detuvo la policía. Lo que hice fue una estupidez y pido disculpas por ello", se podía resumir en un escueto comunicado emitido por McLaren. Para los uniformados, se trató de un uso indebido del vehículo y conducción temeraria. Por lo que el coche, un Mercedes E500 modelo 2010 color plata, le ha sido confiscado y retenido 48 horas.
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