El Lewis que declaraba a principios de año "no importa si ganas o pierdes. El hecho de poder conducir junto a Schumacher es algo que puedo llevar durante toda mi vida", hoy ya no considera lo mismo, ya no tiene la misma emoción.
"El es uno de los mayores competidores de este deporte, una leyenda, y será algo grande competir contra él, es un honor y un privilegio", declaraba en su momento el campeón de la temporada 2008.
Pero visto que superar a Michael Schumacher en su regreso se ha vuelto una costumbre, y que este ofrece muy poca resistencia, para el británico el sentimiento es diferente.
"Ahora no es lo mismo, porque es la mayoría de las carreras está detrás de mí. En este sentido no hay ningún sentimiento o emoción especial en mí", recoge el diario alemán 'TZ'.
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