La última vez que un motor de esa marca emitió sonido en un F1 fue en 1991, montado en uno de los coches de la desaparecida escudería Footwork. Desde entonces, nunca más nada se supo de la marca hasta que en la última semana declaraciones salidas del seno de Porsche dejaron entrever que se podía volver.
En la presentación del Salón del Automóvil en Paris, el jefe ejecutivo de Porsche dejó abierta las puertas a la posibilidad de regresar a la Fórmula 1, según unas declaraciones recogidas en el Salón del Automóvil de París, este fin de semana.
"No queremos que Audi y Porsche vayan a Le Mans; no es divertido", aseguró a Autocar. "Por lo tanto, tenemos que discutir si tiene más sentido que una marca vaya a Le Mans y la otra a la Fórmula 1", declaraba recientemente Matthias Mueller, el nuevo jefe ejecutivo de Porsche.
Y si recordamos que recientemente Volswagen desechó la posibilidad de meterse en la F1 respaldando a Audi, la deducción es por demás de lógica: sólo nos queda Porsche.
Y Porsche no es desconocida para la F1, cuando estuvieron asociados a TAG supieron ganar los títulos de 1984 y 1985 con McLaren y sus motores turbos. De manera que sólo es cuestión de sentarse y analizar las ventajas y los riesgos. "Tenemos que reunirnos y analizar las ventajas y los inconvenientes", declaraba. Pero siempre pensando en 2013, ya que es el año apuntado por el jefe de los equipos y la FIA para cambiar la nueva normativa mecánicas y que se permitan nuevamente los motores turboalimentado y de 1,5 litros.
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