La cordialidad del experimentado piloto brasileño no tiene límites. Su compañero se habrá quedado con el título que Rubinho bien se merecía en la segunda parte del año, pero hay algo que nunca le robarán al paulista, su maravillosa personalidad.
Por si algo le quedaba por hacer a Barrichello era prestarle su avión al hombre que le ganó el título en su casa, para que encima se vaya a festejar con los suyos, cuando no pudo hacerlo él.
El nuevo campeón del mundo y los miembros de su familia tenían el vuelo programado para este lunes por la mañana. Pero el despegue se suspendió lo que significaba que el festejo con los suyos debía quedar postergado. Cosa que finalmente no pasó porque Jenson pudo sustituir el vuelo de British Airways por el amistoso de su compañero.
En conclusión, Rubens muy amablemente se ofreció a prestarle a su compañero de equipo, su propio avión para que el inglés pudiera celebrar su éxito con amigos y familiares en su ciudad natal de Frome, Somerset.
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