El pasado 7 de enero fue el cumpleaños del moreno, pero de él no hubo ni noticias. Según comentaron los muchachos de McLaren, a través de un comunicado mediante el cual lo saludaron, se estaba preparando intensivamente para comenzar al 110% la que será su cuarta temporada.
Es que claro, este año no sólo tendrá a Fernando Alonso cómo máximo rival, encima ahora en Ferrari. Michael Schumacher estará concretando su regreso con su mismo motor, Sebastian Vettel estará afirmado en Red Bull con otro ingenio de Newey entre sus muñecas y para completar el panorama: al último campeón del mundo exactamente con el mismo coche.
Pero entonces Lewis Hamilton mira hacia atrás, recuerda su temporada debut y trae a la vida la pimienta que había quedado en el olvido una vez terminada la relación de Alonso con la gente de Woking.
"Definitivamente no me culpo por el año que perdí. Mi primera temporada en la Fórmula Uno fue junto a un Campeón del Mundo, un doble Campeón del Mundo, y lo hice mejor que él. Lo batí."
Lo que quiere decir con esto, es que no será experiencia nueva compartir equipo con un campeón del mundo. Ya lo hizo una vez como principiante, no será problema hacerlo ahora con tres temporadas y un título encima. Las palabras, seguro que duelen, seguro que deben sonar arrogantes, pero ahora que hacemos un repaso en frio, no contrastan con la realidad.
Hasta el debut de Lewis Hamilton, Fernando Alonso había masticado a sus rivales hasta hacerlos polvo. Primero fue Tarso Marques en Minardi, luego el malayo Alex Yoong. En Renault continuó con Jarno Trulli, hizo pasar vergüenza a Jacques Villeneuve, hasta terminar con Fisichella, que en trayectorias distintas llevaban el mismo cometido.
Pero entonces el asturiano se fue a McLaren y se encontró con un jovencito educado, instruido y perfeccionado mecánica y deportivamente en la factoría de Woking. Los años que le costó a Fernando llegar hasta su Real Madrid, como declarara alguna vez en su presentación con la flecha de plata, Luisito lo invirtió en tiempo de enseñanza privada.
Y lo que asomaba como un dócil y aprendiz compañero de equipo para el campeón, terminó siendo el inesperado rival que le birló la posibilidad de un tricampeonato. Ese que "nadie en su primer año está delante y yo lo he hecho, por no hablar de derrotar a un campeón del mundo, vencí su mentalidad y la fuerza que él tenía y su experiencia en la Fórmula 1."
Al final, Lewis tampoco resultó el campeón de la temporada 2007, no pudo lograr el récord de concretarlo en su primer año. Perdió el campeonato con dos maniobras que terminarían archivadas para la burla del botoncito pulsador. Pero que quedarán tan archivadas como el tope que Fernando se encontró en su camino.
Fernando volvió a Renault y siguió masticando compañeros, hasta el punto que uno quedo pegado como chicle en la pared. Ahora lo espera Ferrari y la posibilidad de rememorar en Maranello lo que supieron hacer con Michael Schumacher. Mientras tanto a Lewis lo espera el último campeón del mundo y la posibilidad de hacerle sentir por segunda vez a un campeón, que dio el paso equivocado.
4 comentarios:
muy buen artículo Mauro, y creo que Lewis es un poco arrogante, entre otras cosas, por aquella vez que le dijo kimi que no tenía pelotas para frenar más adentro en las curvas, pero es uno de los más rápidos de esta era y recién empieza, puede ser un grande. un abrazo Mauro.
Gracias por tu consideración, aunque es una pena no saber como te llamas. Personalmente considero que es el único hombre que ha logrado desequilibrar a un campeón, que cuando termine su carrera de F1... habrá dado que hablar.
ah, fui yo Mauro, se ve que me olvidé de poner el nombre.
Pues no hay problema Dario, estas perdonado y no suelo decirlo nunca pero a mi tambien me gusto mi articulo, me senti inspirado... jeje
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