Que Michael Schumacher haya terminado tercero a pocas décimas de Felipe Massa, tras tres años de actividad uno, y seis meses por un accidente el otro, no sorprende.
Pero que entre ellos haya culminado la primera sesión Pedro de la Rosa con el nuevo Sauber, eso si me sorprende. No porque dude de las cualidades de Pedro, para nada, sino porque lo que había visto del nuevo C29 en la presentación, no me había anticipado nada.
Claro, me veo obligado a resaltar que me temo que muchos hemos sido engañados. Porque ayer el Sauber aparecía con una aleta de tiburón simple y hoy con otra muy diferente y encastrada, similar a la del McLaren Mercedes. Pero a priori, la línea conservadora del chasis no me anticipaba ninguna sensación de gran rendimiento. Aunque es grato que la sorpresa venga de Hinwill, por el cariño que tenemos por Pedro y por este grupo de profesionales que había quedado momentáneamente huérfano de la política BMW.
Lo cierto es que el C29 quedó muy cerquita de la rossa y haber registrado 1m12s784 para la mejor de sus vueltas, cuando la F10 en su estreno quedó en 1m12s574, ilusiona.
Willy Rampf, director técnico
"En general, estamos realmente felices con lo que hemos visto hoy. Comenzamos con una vuelta de instalación a primera hora de la mañana, comprobando los sistemas mecánicos, seguido de una tanda básica para estabilizar temperaturas y presiones. Comprobamos el sistema hidráulico, el sistema del alimentación y el cambio de marchas, y todo marchó bien. Por la tarde comenzamos con algún trabajo de reglaje básico, también adquirimos algunos datos diversos de mucha utilidad. Fue un día positivo sin ningún problema reseñable".
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