El piloto finlandés aseguró este lunes, luego de haber recibido el alta en el Hospital General de Catalunya, en Sant Cugat del Vallés, que no recuerda absolutamente nada del fuerte impacto que tuvo en la carrera de ayer.
Tras incrustarse con el McLaren a 260 km/h en la fila de contención de la curva Campsa, uno temía lo peor de Heikki Kovalainen. Pero las medidas de seguridad son milagrosas en la Fórmula 1 –recordemos el palo de Kubica con el BMW en Canadá 2007- y hoy el nórdico sólo se retiraba con apenas unos dolores en el cuello y la cabeza y a la espera de poder correr el próximo 11 de mayo.
Tras incrustarse con el McLaren a 260 km/h en la fila de contención de la curva Campsa, uno temía lo peor de Heikki Kovalainen. Pero las medidas de seguridad son milagrosas en la Fórmula 1 –recordemos el palo de Kubica con el BMW en Canadá 2007- y hoy el nórdico sólo se retiraba con apenas unos dolores en el cuello y la cabeza y a la espera de poder correr el próximo 11 de mayo.
No obstante, el hombre de las flechas de plata quiso "dar las gracias al personal de emergencias del circuito, al equipo médico y a los médicos del hospital por sus esfuerzos y por cuidar de mí. También agradezco todos los mensajes que he recibido; significan mucho".
Heikki aún no sabe que pudo provocar la rotura del neumático aunque ya ha sido informado por el equipo de la situación.
"El equipo me ha dicho que pudo romperse la llanta de la rueda delantera izquierda, lo que posiblemente fue la causa del reventón del neumático. Lo más importante es que el monocasco soportó el fuerte impacto, algo que debo agradecer a todo el personal del equipo", concluyó el finlandés.
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