En la jornada lluviosa del miércoles debutó oficialmente en la pista el primer modelo creado por el Computational Fluid Dynamics, rompiendo la escudería Virgin Racing con el esquema de los túneles de viento. Aconsejando que es mucho más barato y además más rápido.
Pero durante la presentación del nuevo RB6, Adrian Newey, el mandamás de los diseñadores, el genio de la aerodinámica, manifestó sus dudas seriamente de que sea posible diseñar satisfactoriamente hoy en día un monoplaza de Fórmula 1 sin probarlo en un túnel de viento.
El CFD utilizado por la escudería de Richard Branson no es más que un programa informático que reproduce las condiciones de un túnel del viento. Para ellos, muy útil, para Newey imperfecto.
“El CFD es una herramienta muy potente, sin duda, pero un túnel de viento es una simulación del mundo real”, comparaba el diseñador de Red Bull. Por tanto, ¿tendrá resultado? A lo que Newey describe: “El CFD es una simulación electrónica de un entorno real, pero tiene limitaciones: todas las pruebas en el CFD son discretas, mientras que en el túnel del viento una prueba normal dará veinte o más puntos de datos. En otras palabras: equivale a veinte pruebas en el CFD”.
Newey explica y argumenta que “hay algunas áreas que el CFD físicamente no captura como lo hace un túnel de viento. Por tanto, el maravilloso Adrian considera que la nueva tecnología “es un camino alternativo. Mi opinión es que todavía se necesita combinar ambas opciones. Aunque si sus coches funcionan muy bien, yo tenga que revisar mi opinión”.
“Que tanta gente copiara nuestro coche el año pasado demuestra lo inteligente que es Adrian Newey”, declaraba el australiano Mark Webber, orgulloso de tener a Newey como diseñador.
¿Ustedes creen que Newey al final vaya a tener que revisar su opinión? Por lo pronto, el equipo Virgin ya tuvo que suspender su segunda sesión, luego de que en la mañana de este jueves el nuevo RV-01 perdiera el alerón trasero cuando era comandado en la pista por Timo Glock.
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