Finalmente lo que privó al germano de la primera victoria fue el impulsor del rombo y no una falla en el escape del RB6 como se creía al principio.
Según un informe emitido a última hora de ayer por la escudería de Milton Keynes, una pérdida de potencia en el motor Renault obligó a Sebastian Vettel a ceder la punta de la carrera y cuidar su mecánica para tratar de llegar hasta el final.
En un principio se pensó que el error estaba en uno de los tubos de escape del monoplaza, pero un análisis más detallado de lo ocurrido terminó revelando que fue una bujía defectuosa lo que hizo que el Red Bull se resintiera, fallando la parte eléctrica del motor Renault. No obstante, desde el equipo ya han adelantado que la unidad no sufrió daños y que podrá ser usada de nuevo, ¿querrán?
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