La parte de la propiedad del equipo Virgin que pertenece al banco británico Lloyds podría peligrar y hacer que la escudería deje de correr en la próxima temporada de F1. La parte contribuyente de Lloyds compró el año pasado una participación del equipo, que el año próximo se llamará Marussia.
Pero el periódico británico The Independent informa que los directores corren el riesgo de que la Companies House les ponga una fecha límite para presentar documentos que impliquen la falta de inversión al equipo Virgin.
Según el informe escrito por Christian Sylt y Caroline Reid, “el pasado 25 de octubre, la Companies House les envió un aviso de disolución al equipo y a todos los otros directivos, incluyendo al jefe del equipo John Booth”.
Prometiendo la Companies House que: “Si han prometido presentar los documentos y no lo hacen, se les enviará a juicio. Irán a los juzgados y, si no traen estos documentos, el equipo desaparecerá. Así que tienen de plazo hasta el miércoles”.
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