La escudería británica se
sigue fortaleciendo de cara al objetivo que se plantean para la próxima
temporada: dejar de ser el último equipo.
Hace unos días Toto Wolff revelaba
que se encontraban en negociaciones con Manor para proveerle los motores Mercedes
(con la intención encubierta de ubicar como piloto titular a su joven promesa Pascal
Werhleim), dejando entrever que el modesto equipo también estaba en tratativas
con Williams para la colaboración con el chasis.
Ahora se confirma que
Manor consiguió hacerse de una nueva base en Banbury, la misma ciudad donde
estaba la antigua factoría, que fue comprada por el nuevo equipo Haas F1 cuando
estaban en proceso de desaparición.
Lo cierto es que después
de su rescate a principios de este año por parte de la administración
pertinente, y en manos de los nuevos inversionistas, Manor pudo lograr la
adquisición de otro edificio en Banbury donde están completando los trabajos de
instalación para que los coches pueden volver allí después de que se dispute el
Gran Premio de Japón.
Con
Bob Bell asesorando a los ingenieros en el diseño del coche de 2016, la
colaboración técnica de Williams para la construcción de ese chasis, la potencia
del motor Mercedes y la velocidad de Pascal Werhleim al volante, Manor apuesta
a salir del fondo, aunque quien dice, el paso termine siendo bastante grande.
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