Con miras a la temporada
2017, la Federación Internacional del Automovilismo ha decidido que las
escuderías utilicen libremente este software.
La intención de Charlie
Whiting es que los ingenieros tengan rienda suelta para su inspiración a fin de
contribuir a ese diseño de monoplaza agresivo que se busca para el 2017, sea
unos cinco o seis segundos más rápido.
Para los que todavía
desconocen su funcionamiento, el CFD es una tecnología que permite a los
equipos usar sus ordenadores para simular la incidencia del aire sobre sus
diseños sin necesidad de recurrir a un túnel de viento físico. Y una vez que se
tiene el boceto de esa idea, se lleva a la práctica en el túnel de viento para
ver si funciona.
“Hemos hecho una especie de amnistía con el CFD
para que los equipos puedan experimentar con la aerodinámica (de 2017).
Ahora estamos a la espera de que Pirelli nos dé el grip estimado que tendrán
los nuevos neumáticos, que serán más grandes”, confirmaba al respecto Charlie
Whiting en declaraciones a la revista Autosport.
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