Fue el propio Ross el que ha afirmado recientemente que ve poco probable su
regreso a la Scudería.
Las versiones que daban por hecho el regreso del ingeniero británico al
equipo italiano, se acrecentaron luego de que Marco Mattiacci revelara que había
estado visitando la casa de Maranello hace algunos meses. Pero consultado por
su paseo por la vieja casa, Brawn lo relacionó con asuntos privados, que nada
tendrían que ver con su actividad profesional, aunque tampoco quiso descartar
nada.
"Creo que en este momento no hay un papel en Ferrari o en
otro lugar que tenga urgencia por cumplir. Mi visita a Maranello en mayo fuera
puramente de naturaleza privada. Hablamos un poco acerca de “qué pasaría si", pero
nada serio. Desde entonces no hay conversaciones, estoy en esta dirección, sin
pensamientos".
"Nunca digas nunca, porque nunca se sabe lo que puede
surgir. Pero actualmente estoy dedicándome a algunos intereses externos al
deporte, para los que nunca había tenido tiempo simplemente… de desarrollarlos,
por tanto, he encontrado un trabajo que me gusta. Llevo una vida diferente este año, y
eso me hace sentir bien. Estoy decidido a no volver locamente a un trabajo a
tiempo completo", concluyó.
Pero pareciera que
los periodistas se han convertido en San Cayetano, porque de pronto todos los
rumores apuntan que Ross podría tener un puesto importante en McLaren por
directa imposición de Honda, marca que lo contrató para dirigir su escudería en
2007 y que terminó heredando el exitoso chasis que refundó como Brawn GP en
2009 cuando los japoneses decidieron abandonar la Fórmula 1.
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