Esta vez
ha sido Eurocare la encargada de pedir que se prohíba cualquier referencia a
las bebidas alcohólicas en este deporte. Para ello, se han basado en un informe
que asegura la gran cantidad de anuncios que el espectador observa durante una
carrera.
La publicidad de bebidas
alcohólicas en la Fórmula 1 podría estar contando sus últimos días. Los jefes
más jóvenes de este deporte han pedido que se prohíban los anuncios de este
tipo en el Gran Circo y avisan de que, ahora mismo, se estaría incumpliendo el
código europeo de buenas conductas al volante.
La Alianza
Europea de Política Sobre Alcohol (Eurocare) ha señalado que los anunciantes
como Martini, Smirnoff o Johnnie Walker en la Fórmula 1 van en contra del
espíritu de la prevención de accidentes por causas del alcohol. Por lo que
solicitaran al presidente de la FIA, Jean Todt, que haga efectiva la
prohibición de la publicidad de alcohol en la máxima categoría.
Si las multitudinarias y demagógicas
campañas de salud en contra del tabaco hicieron mella hace una década cuando
dispusieron su prohibición, que quedará entonces del circo si ahora también pretenderle
cargarle la culpa a la F1 de todos los borrachos que matan gente conduciendo su
automóvil.
“La cantidad de alcohol expuesta en el
marco de la Fórmula 1 es excesiva en cualquier estándar. La relación entre el deporte de motor y conducir bebido va
más allá de la duda. Parece que hay una
falta de reconocimiento de responsabilidades en la comunidad de la Fórmula 1, mostrando un anuncio de bebidas
alcohólicas cada cinco segundos a una audiencia de 500 millones de personas”,
ha señalado Mariann Skar,
secretaria General de Eurocare.
“Los anuncios y patrocinios del alcohol
en la Fórmula 1: un cóctel peligroso, urgimos a los
responsables de la Fórmula 1 a huir de los patrocinios relacionados con el
alcohol”, exclamaba la mandataria, que seguramente no debe
tener quien le arrime un vaso. Según esta, hay un informe en él se asegura que
un espectador ve 1.352 referencias al alcohol a lo largo de una carrera de
Fórmula 1: 74 de ellas antes de la carrera (0,8 por minuto); 1177 durante la
misma (10,9 por minuto durante 109 minutos) y 77 una vez finalizada (0,9
por minuto). Además, se señala que sus localizaciones se dividen en letreros
(1072), en las inmediaciones del circuito (54) y en los coches (48).
Entonces que… si mañana
aparece Playboy con intenciones de patrocinar a Ferrari o McLaren vamos a
echarles la culpa también de todos los abortos que se practiquen a nivel
mundial.
A ver, como si uno después
de ver la carrera se tomara un Martini o un Smirnoff a las 11.30 horas y
saliera a los santos pedos con el auto. En su momento la F1 contribuía al
cáncer ¿y ahora aumenta borrachos?
Con la prohibición del
tabaco nos mataron esa F1 de finales de los 90 que tanto añoramos. El amarillo
de Benson Hedges, el gris de West que le dio identidad a las primeras flechas
plateadas de la era contemporánea. El azul y blanco de Rhomants o el rojo de Winfield
que le dio vida a Williams. El azul de Galoises que tanto identificó a Prost. No
es casualidad que tras la salida de las tabacaleras la F1 entró en crisis económica
y comenzaron con estas boludeces de reducir costos. Y permítanme el término
boludeces, porque al ver esto de la nota sobre el alcohol me genera mucha
bronca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario