Que grupo de estrategia ni ocho cuartos. No hay que darle tantas vueltas al asunto, hay que sacarle a los equipos la potestad de decidir por el futuro de la Fórmula 1. En un circo tiene que mandar el dueño, no los monos o sus payasos.
Pues bien, mucho de esto
tiene el sincericidio de Christian Horner quien se expidió al respecto como
director deportivo del equipo Red Bull. En la conferencia de prensa de los
viernes destinada para los directores de las escuderías, Horner fue
directamente al punto:
“El deporte está gobernado por la FIA y es
promocionado por la FOM. Son esos los tipos que deben reunirse y decir: '¿Cómo
queremos que sea la Fórmula 1?' Sí, nosotros queremos ir más rápido,
queremos coches que sean más agresivos para los pilotos, pero nunca vamos a
tener a todo el mundo contento. Bernie Ecclestone y Jean Todt han de reunirse y
decir: 'Así es como queremos que sea nuestro producto, así lo gobernaremos'.
Luego nos han de dar el formulario de inscripción y nosotros veremos si
queremos participar o no”.
Actualmente, “si dejamos a los
equipos la tarea de acordar la nueva normativa, nunca vamos a coincidir. Es muy predecible: en la reunión
Robert Fernley (Force India) pedirá más dinero, Toto Wolff (Mercedes) no querrá
que nadie cambie y nosotros (Red Bull) querremos que cambien los motores. Cada
equipo lucha por sus propios intereses”, justificó el de Milton Keynes.
Su punto de vista es
avalado por el mismo Fernley, quien considera que no tiene sentido continuar
con el Grupo de Estrategia, ya que no conduce a la unión de la categoría, sino
a la demostración de los intereses particulares.
“Yo debería estar en otra reunión, porque de
ningún modo pienso que fuera positiva
No fue una buena reunión: no habrá distribución equitativa
de los ingresos, tampoco control de costes. No pienso que el Grupo de Estrategia sea adecuado para su
propósito.
Hemos tenido dos años para trabajar en una solución para los costes y no se ha
llegado a nada”.
“Hemos fracasado estrepitosamente en acordar
alguna fórmula para controlar los costes. No habrá ninguna
distribución equitativa de los ingresos. Los motores seguirán siendo los
mismos. Estoy de acuerdo en que hubo buenas charlas sobre 2017, pero no se mejoró en absoluto lo más importante de
la Fórmula 1”.
“Tenemos
que revisar el sistema de una forma mejor. En otros tiempos, con Max
Mosley y Bernie Ecclestone no había nada de esto y sabíamos exactamente en qué
dirección estábamos yendo. No creo que sean los equipos quienes
tienen que decidir hacia dónde va la Fórmula 1”.
Incrédulo
ante esta situación, como era de esperarse, sólo Toto Wolff (director
deportivo de Mercedes y máximo interesado en lograr que la F1 no cambie) refutó estas declaraciones, en
particular la de Bob Fernley, al considerar que no estaba bien expresar sus
críticas sobre la Fórmula 1 ya que iba en detrimento de la publicidad al Gran
Circo.
“Ya
lo he dicho un par de veces. Tenemos una norma nueva que dice que no deberíamos
hablar mal del deporte. Bob es nuevo en el grupo, quizá tengamos que volver a
poner énfasis en ese punto. Deberíamos hablar bien del deporte. Necesitamos que
todos vosotros (los medios) pongáis énfasis en los aspectos positivos, en las
cosas atractivas del deporte, para intentar que sea mejor”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario