"Si hace un año me hubieran dicho que iba a estar haciendo esto no me lo habría creído," comentaba a la prensa Luca Colajanni. El italiano, Jefe de Prensa de la escudería de Maranello acababa de reunirse con Ron Dennis y otros responsables del equipo británico. Nosotros tampoco lo hubiéramos creído Luca.
Creer o reventar, lo que hace un año era odio ahora se transformó en armonía. Ferrari y McLaren de pronto están dando el ejemplo de la unidad que hoy por hoy se percibe en el ambiente de la Fórmula 1, compartiendo una comida y olvidándose que alguna vez, hace muy poco tiempo, el equipo de Woking tuvo que pagar un millón de euros porque se fijo en la vereda del frente.
Quién hubiera creído que el jefe de prensa de Ferrari iba a permanecer durante gran parte del día en las instalaciones de McLaren en Woking tras el acto con la prensa. Si ni siquiera el propio Colajanni lo hubiera creído.
Será acaso que se está poniendo viejo Ron Dennis, hasta el 1 de marzo jefe de McLaren Mercedes, que de pronto se ha interesado por armar hoja de ruta con el rival de toda su vida.
A un mes de dejar su cargo ha adelantado que no desaparecerá del parque porque dedicará parte de su tiempo libre a "trabajar junto a mi colega Luca di Montezemolo."
Será tal vez una devolución de gentileza a las palabras que el Presidente de Ferrari tuvo para con él cuando se entero de su paso al costado.
"No somos reacios ni contrarios a adoptar medidas radicales, nuestra rivalidad en la pista no nos ciega," aclaró Dennis. Yo aún sorprendido.
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