A simple vista se puede apreciar que las aperturas en los pontones han sido reducidas en cuanto al tamaño y movidas hacia atrás, mientras que se ha dejado un pico en cada una de ellas con la intención de desviar el flujo del aire. Es que la nueva reglamentación ha provocado que en la fase inicial de diseño del coche, los ingenieros tomaran una ruta totalmente distinta respecto a los pontones y componentes de protección.
Pero el frenado y el motor no ha sido los puntos más importantes en los que han centrado los ingenieros. En el diseño del F60 lo que más ha pesado a la hora de armarla es el KERS y el regreso de los neumáticos lisos.
El sistema de recuperación de energía cinética, diseñado por Magneti Marelli, está concebido sobre el motor bajo la parte trasera del chasis. Mientras que los neumáticos lisos y la introducción de un ‘flap’ en el alerón delantero que podrá ser ajustado por el piloto con el coche en marcha son otras de las novedades, además del software para manejar esta nueva herramienta y el KERS, que ha sido diseñado en Maranello.
Hay que destacar que el límite máximo de revoluciones para el motor ha sido reducido a 18.000 RPM para esta temporada y la distancia a cubrir por cada unidad se ha incrementado a los 2.500 Km. Por lo que se ha fijado modificaciones en las tomas de aire, la posición de los inyectores y las configuración del escape.
La nueva Fórmula 1 ha llegado con la Ferrari. Con su alerón delantero más ancho, una posición más baja, y dos elementos en sus laterales que marcan su diseño. Con los aditamentos aerodinámicos desaparecidos por completo. Con el alerón trasero mucho más alto y más estrecho.
A simple vista parecen autitos de juguetes, de colección. A simple vista se ve que la Fórmula 1 no es la misma y que nos vamos a tener que acostumbrar.
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