El piloto galo finalmente desistió de emprender acciones legales contra la escudería italiana. Tras asegurar durante toda la temporada que tenía contrato con Red Bull para correr en STR toda la temporada, el francés se quedó sin asiento luego del GP de Alemania. A lo que Sebas reaccionó dando instrucciones a sus abogados para que revisaran la unión legal con el equipo de Faenza.Pero tras una semana de tira y afloje el acuerdo llegó enseguida. "Sabían que Sebas no se iba a sentar en un juzgado", comentaba su manager Nicolas Todt, "una semana después del GP alemán, llegamos a una resolución del acuerdo extrajudicial".
Por lo que ahora siguen "muy comprometidos con su proyecto en la F1", aunque este año podrían terminarlo en la Indy Car americana.
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