Durante el transcurso del día vi decenas de notas, leí cientos de
comentarios, busque voces especializadas, recurrí a los enviados de los sitios más
especializados que se encontraban en el circuito de Barcelona cubriendo los
entrenamientos, todo el tiempo detrás de una noticia oficial que diera algo más
de luz a este suceso tan extraños.
Fue un golpe a medias, fue más bien un suave beso a la pared, como un
beso de mejilla. Con decirle que el alerón delantero prácticamente estaba
intacto. Sólo se veían daños en el pontón y otras partes menores que
corresponden al lateral derecho. Por eso extraña que Fernando se haya quedado
en el coche, inerte, sin reacción, sin responderle a los auxiliares de pista.
No reniego del protocolo que se llevó a cabo después, pues… si un piloto
está conmocionado, confundido (como luego dijo el fisioterapeuta del piloto
español) adelante con ello, que lo lleven al centro médico, que lo lleven por
aire al Hospital, me da igual, lo primero es el piloto.
Pero donde quiero centrarme es en…como llega Fernando Alonso a esta
conmoción, qué es lo que la provoca. Leyendo una nota en su sitio www.veloz-mente.com, el periodista
argentino Diego Zorrero hace un magnifico análisis de la situación y un
descarte de distintas versiones que es digno de admirar, desde ya una nota que
a todas voces sugiero de leer ni bien usted pueda.
Me sumo en parte a ese descarte pero también tengo mis dudas. Se apuntó
primero al viento y la verdad es que leyendo luego las declaraciones de todos
los pilotos, el viento tuvo un papel clave en esta última jornada, afectó
el desarrollo de todos indudablemente. Sin embargo, anclándome en la declaración
de Sebastian Vettel quien rodaba detrás de Alonso al momento del accidente, "La
velocidad era lenta, tal vez 150kph, luego se fue hacia la derecha en la pared.
Parece extraño."
Según el representante de Alonso, su conmoción es típica de un accidente
importante, y que sólo se trató de cumplir con el protocolo natural, que indica
como se debe actuar cuando saltan las alarmas de un auto por la fuerte
desaceleración como la que tuvo.
Pero más tarde Carlos Sainz se salió en la misma curva, su golpe fue más
fuerte, su coche quedó mucho más destruido, por precaución fue llevado al mismo
centro médico, revisado por los mismos doctores y sin embargo se retiró
caminando del centro médico que estaba dentro del circuito. De modo que tampoco
compro la versión de la desaceleración.
¿Descarga eléctrica? Si tengo que pensar en esta opción entonces no
miraría más F1. Con la tecnología que hay actualmente en las nuevas unidades de
potencia, cada vez más eléctricas, de menos combustión, entonces no se tendría
que correr más. Es cierto que en su momento cuando se implementó el KERS en
2009 mecánicos de BMW sufrieron alguna que otra patada de burro, pero se
evolucionó al ciento por ciento en este aspecto.
Y es aquí donde me permito desconfiar de las declaraciones del
representante de Alonso cuando asegura que Fernando Alonso no estaba ni enfermo
ni mareado ni nada. Aunque no tenga ningún indicio y lo nieguen todo el tiempo,
la única opción real en que me queda pensar es que están mintiendo, que están
encubriendo al asturiano.
El muchacho tiene que haber ido con fiebre al
circuito, o pasmado muscularmente. Con alguna dolencia o afección se tiene que
haber presentado. Y optó por salir a rodar igual a sabiendas que van a
contrarreloj 50% por detrás de lo previsto. Aparte una particularidad alimenta
mi teoría y es que luego del accidente se supo que así no le hubiera pasado
nada, McLaren tenía previsto acortar la presencia de Alonso a la sesión
matinal, y darle a Button rodaje por la tarde para realizar otra serie de comprobaciones.
De manera que si estaba afiebrado, se las iba a aguantar sabiendo que al
mediodía ya se encontraría fuera de la pista. Pero bueno, eso oficialmente
nunca lo vamos a saber, porque de ser así, el equipo o el mismo piloto podrían
ser digno de alguna dura multa o sanción.
De todos modos, si es así, prefiero que el equipo pague toda la vida una
sanción, porque tienen que entender que no sólo corre riesgo la vida de un
piloto, sino también la de sus compañeros, a la vez que pondría en duda toda la
seguridad que tanto dinero y vidas cobró construir.
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